Sin lugar a dudas esta pandemia no deja indiferente a nadie. Aunque como ya sabemos todos, ciertas personas son más susceptibles de padecer la infección con consecuencias más graves incluso la muerte. Tal es que caso de la gente de edad avanzada, o personas con patologías de base como el Asma, etc.; por otro lado los niños y los jóvenes pueden cursar la infección sin apenas mostrar sintomatología alguna y, ¡menos mal, gracias a Dios! No obstante, existe cierta inquietud y temor a contraer la infección y no sabemos si el siguiente voy a ser yo, o quizás tú.
Los gobiernos piden que combatamos el virus entre todos con quedarnos en casa, entre tanto aguardamos la llegada de una solución. Pero es importante que cada uno aporte su granito de arena
Pero quiero hablarte de otra enfermedad mucho más grave aún cuyas consecuencias son de alcance eterno y que afecta a todos sin distinción de franjas de edad ni otras condiciones. Esa enfermedad se llama pecado. Tal vez para ti esta expresión nunca la has tomado en serio, pero escucha lo que Dios tiene que decirnos sobre ella.
Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. Isaías 1:6
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Romanos 5:12
Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. Eclesiastés 7:20
Dios toma la cuestión del pecado muy en serio. Él no puede tolerar el mal. Su naturaleza santa no puede cohabitar con el mal ni un solo segundo. Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio Habacuc 1:13
Pero hay una buena nueva para todos, a diferencia del virus (COVID-19) que actualmente está causando estragos en el mundo entero. El pecado tiene cura y esa cura no procede del hombre. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9
Dios envíó a su hijo al mundo para morir en la cruz por nuestros pecados para podernos dar la salvación gratuitamente
Nuestro granito de arena aquí no vale nada. Dios ha obrado totalmente la cura y se la ofrece a todo hombre que reconoce ser pecador. Solo tienes que aceptar el don gratuito de Dios por fe y serás salvo. Romanos 10:13
A día de hoy seguimos esperando que den con la cura del conoravirus. Pero no esperes más para ser sanado de la mayor amenaza y el mal del hombre, el pecado. El descuido de ello es de consecuencias eternas. Jesucristo murió por ti y por mí. Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones. Hebreos 3:15
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Juan 3:36
J.A. Esono